Lo primero que te recomendamos es que analices qué te motiva para vender tu casa. Las principales razones suelen ser:
✅. Económicas:
"No puedo pagar los gastos de comunidad".
"Necesito vender esta casa para comprar una vivienda mejor".
✅. Trabajo:
"En la empresa me trasladan a otra ciudad".
"Ha habido reestructuración en mi empresa".
✅. Familiares:
"Somos más en la familia y se nos ha quedado pequeña".
"Por reparto de herencia".
Estas necesidades determinan qué plazo de tiempo dispongo para vender mi casa. La expresión "no tengo prisa", de ser cierta, sería lo más parecido a "no quiero venderla". Al principio, "el tiempo" no parece una cuestión importante pero al final, no disponemos de "tiempo" para venderla, provocando una importante bajada en el precio.
¡¡Si no tiene prisa en vender, la mejor opción seguramente es no ponerla en venta!!